¿Qué son las Herramientas de Ayuda?
Las Herramientas de Ayuda son materiales (cuadernillos, folletos, videos, páginas web) con información fiable (basada en estudios científicos) sobre una determinada condición de salud.
¿Para qué sirven las Herramientas de Ayuda?
- Las Herramientas de Ayuda sirven para informar a las personas y así sean capaces de tomar decisiones sobre su salud, teniendo en cuenta sus valores y preferencias. Asimismo, facilitan la relación de las personas afectadas junto a los profesionales sanitarios que las asisten, facilitando el proceso de toma de decisiones conjunta.
¿Por qué se desarrollan las Herramientas de Ayuda?
- Muchas condiciones de salud cuentan con distintas opciones de tratamiento, cada una con diferentes beneficios y efectos adversos, que no afectan ni importan a todas las personas de la misma manera.
- Por otro lado, en las condiciones en las que no existe una única o “mejor” opción de tratamiento, es necesario informar acerca de las distintas opciones e incorporar las preferencias de la persona afectada para que tome decisiones junto con los profesionales sanitarios que las asisten.
¿A quién está dirigida esta Herramienta de Ayuda para la toma de decisiones sobre el cáncer de mama y la preservación de la fertilidad?
Aunque el cáncer de mama es una enfermedad que se da en mujeres y hombres, esta herramienta de ayuda está dirigida a mujeres diagnosticadas de cáncer de mama en edad fértil que podrían iniciar algún procedimiento de preservación de la fertilidad.
¿A quién NO está dirigida esta Herramienta de Ayuda para la toma de decisiones sobre el cáncer de mama y la preservación de la fertilidad?
Esta Herramienta de Ayuda no describe ni explica exhaustivamente los distintos tratamientos para el cáncer de mama, sino que se centra en los procedimientos de preservación de la fertilidad en mujeres con cáncer de mama. Esta herramienta NO está dirigida a mujeres con cáncer de mama que no estén en edad fértil y que no vayan a iniciar un tratamiento oncológico.
A continuación, se describen los distintos apartados que forman parte de la Herramienta de Ayuda para la Toma de Decisiones (HATD) sobre Cáncer de Mama y Preservación de la Fertilidad:
1. ¿Qué conozco?:
En este apartado se presentan una serie de preguntas relacionadas con el cáncer de mama y la preservación de la fertilidad. No se preocupe si no conoce la respuesta "correcta" o si tiene dudas, conteste según sus conocimientos y en lo que usted crea que es correcto antes de comenzar a explorar los contenidos de la Herramienta de Ayuda.
2. ¿Qué es el cáncer de mama? ¿Cuáles son los tratamientos más comunes? ¿Cómo van a afectar esos tratamientos a la fertilidad?:
En esta sección va a conocer más sobre el cáncer de mama, los tratamientos más frecuentes y en cómo estos tratamientos influyen sobre la fertilidad de la mujer.
3. Técnicas de preservación de la fertilidad:
En esta sección puede conocer las opciones de tratamiento más usadas para preservar la fertilidad de las mujeres con cáncer de mama, así como las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas.
4. Comparo las distintas técnicas:
En esta sección puede comparar las características de las distintas técnicas de preservación de la fertilidad con la ayuda de un cuadro-resumen.
5. ¿Qué he aprendido?:
En este apartado encontrará de nuevo las preguntas del apartado 1 (¿Qué conozco?). El objetivo es que usted pueda explorar qué ha podido aprender en las secciones anteriores sobre el cáncer de mama y las técnicas de preservación de la fertilidad.
6. Mis preferencias:
En este apartado podrá reflexionar sobre sus preferencias de tratamiento basándose en la información ofrecida.
7. Decidiendo el tratamiento:
En este apartado puede reflejar su opción preferida y explorar algunos aspectos relacionados con el proceso de toma de decisiones.
8. Mi decisión:
En esta sección se mostrará un resumen de las respuestas que usted ha proporcionado en los apartados anteriores.
Es un tumor maligno que se inicia en el tejido de la glándula mamaria. Afecta principalmente a mujeres, aunque también puede darse en un pequeño porcentaje en varones. El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuentes en mujeres en todo el mundo y uno de los principales en la edad reproductiva. Se calcula que una de cada ocho mujeres será diagnosticada de cáncer de mama a lo largo de su vida. Si bien es cierto que es más frecuente en mujeres mayores de 40 años, en las últimas tres décadas su incidencia en mujeres entre los 25 y los 39 años se ha visto notablemente incrementada.
A pesar de esas cifras elevadas de incidencia de la enfermedad, en la mayoría de los países europeos y norteamericanos, la tasa de mortalidad por cáncer de mama se ha reducido durante los últimos 25 años. Esto se debe a la eficacia de los programas de detección precoz, a la generalización del uso de la mamografía en los servicios sanitarios y a la mejora de los tratamientos.
El cáncer de mama no suele presentar síntomas en las fases iniciales de la enfermedad. Cuando se diagnostica en estas fases, normalmente es porque la mujer está siguiendo un programa de prevención (cribado). Es importante que se informe sobre los programas de detección precoz del cáncer de mama en su Comunidad Autónoma.
Los síntomas más habituales son:
Estos síntomas también pueden ser causados por otros problemas de salud, por lo que ante su aparición lo mejor es consultar con su médico lo antes posible.
Existen diferentes tratamientos para el cáncer de mama, dependiendo del tamaño, el estadio y el tipo biológico del tumor, así como de la situación específica de cada persona. Como en otros tumores, el tratamiento es multidisciplinar, es decir, diferentes disciplinas intervienen para trabajar juntas y combinar terapias.
La reserva ovárica es el número total de óvulos que una mujer tiene en sus ovarios. Esta disminuye a medida que aumenta la edad, de manera que a mayor edad existe una menor reserva ovárica y una menor calidad de los óvulos. Las mujeres no producen óvulos a lo largo de su vida reproductiva, sino que nacen con un número determinado de ellos, y a lo largo de la edad reproductiva, éstos maduran, uno en cada ciclo menstrual, de manera que a medida que pasan los años, se van agotando, y de aquí a que se diga que ¨la reserva ovárica disminuye con la edad¨.
Hay una serie de pruebas que se pueden realizar para determinar la reserva ovárica; una de ellas es el recuento de los folículos antrales (ovocitos madurando hacia óvulos), procedimiento sencillo que se puede realizar a través de una ecografía vaginal. Si en cada ovario se computan entre 5 y 10 folículos, se considera que la reserva ovárica es óptima. Pero si está por debajo de 5, las probabilidades de tener un embarazo natural se verán reducidas.
Como prueba adicional, se puede analizar la hormona antimülleriana, que proporciona información sobre la cantidad de folículos ováricos. Esta hormona es producida por los folículos de pequeño tamaño en los ovarios y es un indicador proporcional del número de óvulos disponibles que presenta la mujer a cada edad. A menor cantidad de hormona antimülleriana, menor probabilidad de embarazo.
La principal consecuencia que puede tener la baja reserva ovárica es que disminuye la posibilidad de conseguir un embarazo incluso con ayuda de las técnicas de reproducción asistida, ya que el éxito de los tratamientos de reproducción depende de obtener un número suficiente de óvulos y de la calidad de los mismos.
Los tratamientos médicos más utilizados en el manejo multidisciplinario del cáncer de mama son la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía, la terapia hormonal y los anticuerpos monoclonales. Dado que cada uno funciona de diferente manera, es importante comprender cada uno y aclarar posibles dudas con el profesional sanitario a cargo de su tratamiento.
Es el uso de determinados fármacos para destruir o ralentizar el crecimiento de células cancerosas. A menudo tiene efectos adversos sobre las células sanas del cuerpo y por tanto puede dañar los ovarios y disminuir la cantidad de óvulos, afectando la fertilidad de la mujer. El efecto de la quimioterapia sobre la fertilidad depende fundamentalmente de:
Los agentes alquilantes, como la ciclofosfamida, son los más tóxicos y son los principales causantes de la menopausia inducida por quimioterapia en el cáncer de mama.
La radioterapia funciona mediante el uso de rayos de alta energía (generalmente rayos X) para destruir las células cancerosas en el área específica que se está tratando. Se puede administrar externamente, a través de una máquina que dirige rayos X (los cuales no son visibles) hacia el cuerpo. La manera que la radioterapia afecta la fertilidad va a depender de la proximidad de los rayos a los ovarios, o al útero. Si la radiación se recibe a menor distancia aumentará la dosis de radiación en estos órganos y el riesgo de alteraciones de la fertilidad. Por el contrario, si la radiación se recibe en zonas más alejadas como es el caso de la mama, no existe riesgo de alteración de la fertilidad.
La cirugía funciona retirando las células cancerígenas del cuerpo mediante una operación. A veces, este procedimiento significa extraer la parte del cuerpo en la que ha crecido el cáncer/tumor, por ejemplo, la mama en el caso del cáncer de mama. Las mujeres que necesitan cirugía para tratar un cáncer que afecta a los ovarios, el cuello uterino o el útero pueden enfrentar problemas con su fertilidad. Por tanto, el efecto de la operación sobre la fertilidad depende del tipo de cáncer que tenga y de si se ha llegado a irradiar a órganos implicados en la reproducción (i.e. ovarios, útero).
La terapia hormonal se administra a mujeres con cánceres que dependen de la acción de las hormonas, especialmente de los estrógenos y que suponen el 70% de los cánceres de mama. También se conocen como hormonodependientes, hormonosensibles o luminales. Se refiere a medicamentos que se usan para cambiar el funcionamiento de las hormonas en el cuerpo y se utiliza para reducir la posibilidad de que el cáncer reaparezca, así como para tratar un cáncer que ha vuelto después del tratamiento o que ya se ha diseminado.
En las pacientes con un cáncer de mama hormonodependiente se busca retrasar o detener el crecimiento del cáncer, ya sea: a) reduciendo los niveles de hormonas en su cuerpo, o b) disminuyendo la capacidad de crecimiento de las células cancerosas. La terapia hormonal se usa principalmente en el cáncer de mama durante un largo período de tiempo, entre 5 y 10 años.
Algunas terapias hormonales comunes se basan en el uso de medicamentos como el Tamoxifeno, Goserelina (Zoladex) o Leuprorelina (Prostap), Anastrozol (Arimidex), Letrozol (Femara) y Exemestano (Aromasina).
El uso de estas hormonas puede hacer que el periodo menstrual sea irregular o se detenga, puede ser que aparezca de nuevo unos meses después de suspender el tratamiento, siempre y cuando no haya llegado la menopausia de manera natural.
Si parte de su tratamiento incluye terapia hormonal, se le recomendará no quedarse embarazada durante el tratamiento y durante un tiempo después. Sin embargo, algunas mujeres toman la decisión, junto a su profesional sanitario, de parar su terapia hormonal para tener un bebé. En todos los casos se recomienda analizar cada caso con el profesional sanitario a cargo del tratamiento.
Los anticuerpos monoclonales son unas partículas que se unen a las células cancerosas para evitar que éstas crezcan. El Trastuzumab y el Pertuzumab son dos anticuerpos monoclonales que se usan frecuentemente para tratar a algunas mujeres con cáncer de mama. No hay información concluyente sobre sus efectos sobre el sistema reproductivo y el bebé en desarrollo. Si parte de su tratamiento implica una terapia de este tipo, se le recomendará que no quede embarazada durante el tratamiento contra el cáncer y durante un tiempo después.
Tratamientos | ¿Afectará este tratamiento a mi fertilidad? |
Quimioterapia | Posiblemente. La ciclofosfamida es un medicamento que puede afectar su fertilidad. Por lo general, se administra en combinación con otros medicamentos durante la quimioterapia. |
Radiación | No. A menos que la radiación afecte la zona de los ovarios, lo cual afectaría su fertilidad. |
Cirugía | No. A menos que sea necesario someterse a una cirugía para extraerle los ovarios, lo cual afectaría su fertilidad. |
Terapia hormonal | Posiblemente. Si su cáncer es sensible a las hormonas, podría estar tomando hormonas durante 5 años o más. Esto retrasará su capacidad de quedar embarazada, ya que no es recomendable quedarse embarazada durante este tratamiento. |
Anticuerpos monoclonales | Se desconoce. En este caso puede estar tomando Trastuzumab durante aproximadamente un año. No hay información concluyente sobre el impacto de este medicamento en la capacidad reproductora. |
Se recomienda que las distintas opciones para preservar la fertilidad a las mujeres con cáncer de mama sean discutidas entre profesionales y pacientes, lo antes posible a partir del momento del diagnóstico. Las consultas sobre fertilidad deberán estar disponibles para todas las mujeres que deseen preservar su fertilidad y también para aquellas que se muestren ambivalentes, con el fin de que puedan valorar las distintas opciones disponibles en función de sus características clínicas, valores y preferencias.
Hay que considerar que en momentos previos al inicio de los tratamientos de quimioterapia puede ser difícil y complejo tanto para los profesionales sanitarios como para las mujeres con cáncer de mama tomar cualquier decisión respecto a la PF ya que en la toma de esas decisiones confluyen aspectos médicos, bioéticos, jurídicos y psicológicos, en la que ambos están implicados. Para más información sobre el posible impacto psicológico de someterse a un procedimiento de PF, consulta este enlace.
A continuación, se presentan las distintas opciones de preservación de la fertilidad (PF) a las que las mujeres con cáncer de mama pueden acceder antes de iniciar el tratamiento oncológico:
*Pinche en las imágenes para acceder a la descripción de cada uno de los tipos de procedimientos
No todas las mujeres con un diagnóstico de cáncer de mama querrán o podrán acceder a un procedimiento de preservación de la fertilidad antes del inicio del tratamiento oncológico. En estos casos existe la opción de una espera vigilada, es decir, de iniciar el tratamiento para el cáncer sin realizar previamente un procedimiento de preservación de la fertilidad. En el futuro, si lo desean, estas mujeres podrán intentar quedarse embarazadas de forma natural o recurrir a otras formas de maternidad.
Esta opción no requiere de ningún paso adicional, se iniciará el tratamiento oncológico sin realizar previamente un procedimiento de preservación de la fertilidad.
La posibilidad de tener hijos en el futuro depende de la edad y de cómo sus ovarios se hayan visto afectados por el tratamiento contra el cáncer que se haya seguido. Algunas mujeres pueden llegar a quedar embarazadas de forma natural después del tratamiento del cáncer sin seguir ningún método de preservación de la fertilidad. Si el tratamiento oncológico causa la menopausia, entonces es poco probable que ocurra un embarazo natural.
El mayor riesgo de no seguir un tratamiento de PF e iniciar una espera vigilada es la posibilidad de que el tratamiento oncológico afecte a la fertilidad de las mujeres con cáncer de mama, dificultando o incluso imposibilitando su capacidad para quedarse embarazadas en un futuro. En general, se recomienda a las supervivientes de cáncer de mama que esperen al menos dos años tras finalizar el tratamiento antes de intentar quedarse embarazadas. Antes de iniciar la planificación del futuro embarazo, además del tiempo, es importante que la paciente cuente con el alta oncológica correspondiente. Al no haber seguido ningún tratamiento de PF, no se espera ningún efecto sobre la recurrencia o la mortalidad.
Dado que posterior al tratamiento a algunas mujeres les volverá la regla y a otras no, en el futuro, si lo desean, estas mujeres podrán intentar quedarse embarazadas de forma natural o recurrir a otras formas de maternidad
Los dos procedimientos de PF aceptados e incorporados en la práctica clínica, son la criopreservación de ovocitos maduros y la criopreservación de embriones.
La criopreservación de ovocitos maduros es un método establecido de PF que consiste en la conservación de los óvulos no fecundados tras someterlos a muy bajas temperaturas con el fin de mantener intactas sus propiedades hasta el momento de la descongelación y conservar el potencial reproductivo de la mujer. Requiere retrasar el tratamiento oncológico un tiempo variable que puede ir de 2 a 6 semanas. En algunos casos, la realización de este procedimiento implica que la paciente acuda a un centro especializado distinto de su centro de referencia. Es importante considerar también que pueden transcurrir varios años entre la fecundación del óvulo y la implatanción del embrión.
La criopreservación de embriones se considera una técnica establecida y permite congelar óvulos fecundados a muy baja temperatura (-196ºC) para que puedan ser almacenados y conservados durante tiempo sin alterar su viabilidad. Implica la existencia de pareja o donante masculino y y requiere retrasar el tratamiento oncológico un tiempo variable que puede ir de 2 a 6 semanas. En algunos casos, la realización de este procedimiento implica que la paciente acuda a un centro especializado distinto de su centro de referencia.
*Para consultar más información sobre aspectos legales relacionados con estos procedimientos, consulte este enlace
Algunas de las fases del proceso de criopreservación de ovocitos y embriones son compartidas. En los siguientes puntos se resumen las fases de ambos procedimientos, para ver cada fase en detalle, haz click en "Ver +":
Consulta con tu centro de fertilidad de referencia si deseas obtener más información sobre aspectos específicos de los procedimientos como las tarifas, tasas de éxito del centro o cuánto tiempo podrás mantener ovocitos o embriones criopreservados.
La eficacia de este procedimiento se puede determinar por la probabilidad de tener un bebé después del procedimiento. Es difícil estar seguro de qué tan probable es que la congelación de óvulos resulte en el nacimiento de un bebé, ya que el número de mujeres con cáncer de mama que han usado sus óvulos congelados es pequeño. La mayoría de los datos provienen de mujeres sin cáncer que han usado sus propios óvulos congelados u óvulos de donantes para conseguir un embarazo.
Esta probabilidad depende de factores como:
La eficacia de los procedimientos de criopreservación de embriones se puede medir de acuerdo con el número de bebés nacidos tras el proceso de recuperación e implantación de los embriones criopreservados. La posibilidad de tener un bebé, después de un procedimiento de criopreservación de embriones es del 40-45% para las mujeres menores de 35 años y del 20-23% para las mujeres mayores de 36 años. Es importante tener en cuenta que llegar a tener un bebé después de un procedimiento de criopreservación de embriones depende de varios factores entre los que destacan:
Los datos sobre la seguridad de las técnicas de PF en mujeres con cáncer de mama se ven limitados por la limitada calidad metodológica de los estudios que la evalúan
La evidencia disponible actualmente muestra que la estimulación ovárica controlada con la administración conjunta de letrozol para la criopreservación de ovocitos o embriones no aumenta el riesgo de recurrencia del cáncer de mama.
La evidencia disponible actualmente muestra que la estimulación ovárica controlada para la criopreservación de ovocitos o embriones no aumenta el riesgo de mortalidad.
Un posible efecto adverso de la estimulación ovárica es el síndrome de la hiperestimulación ovárica (SHO) que ocurre en un 0,6-10% de los casos. El hecho de ¨forzar¨ al ovario a producir muchos óvulos (recordemos que en situaciones normales se suele producir un único óvulo por ciclo menstrual) puede hacer que se presente un cuadro leve con náuseas, vómitos, diarrea, aumento de peso, hinchazón y dolor abdominal. Si el síndrome es grave, se puede acompañar de hemoconcentración (aumento de la concentración de la sangre circulante caracterizada por el aumento de su peso específico, de la tasa de proteínas, de su viscosidad y del número de glóbulos rojos), hipoperfusión de los órganos (disminución del flujo de sangre que pasa por un órgano) y aumento de riesgo de tromboembolismo, con aparición de síntomas como hipotensión, taquicardia, derrame pleural, dificultad respiratoria, trastornos hematológicos y alteración de las funciones renal y hepática.
El SHO se produce, generalmente, por desencadenar la ovulación mediante el uso de una hormona conocida como gonadotropina coriónica humana (hCG). En pacientes con cáncer de mama, para desencadenar la ovulación tras la hiperestimulación ovárica minimizando el riesgo de desarrollar SHO, siempre deben usarse, en lugar de hCG, agonistas de la hormona liberadora de gonadotropinas (aGnRH). Por otro lado, pueden darse complicaciones relacionadas con la extracción de óvulos, como dolor pélvico y abdominal leve, infecciones, hemorragias, hematomas y lesiones ováricas. Asimismo, es posible que aparezcan complicaciones emocionales. Es importante ser consciente de que someterse a un tratamiento de preservación de la fertilidad no garantiza un embarazo. Ante la dificultad de quedarse embarazada tras la criopreservación de embriones, es posible que algunas personas manifiesten síntomas como ansiedad, depresión o frustración.
En aquellos casos de cáncer de origen genético, por ejemplo por la presencia del gen BRCA, la paciente puede solicitar un diagnóstico genético preimplantacional para detectar posibles alteraciones genéticas y cromosómicas en los embriones antes de su transferencia al útero.
En los casos de estimulación ovárica se utiliza letrozol (antiestrógeno que se utiliza en el Cáncer de mama) que tiene capacidad para estimular los ovarios porque libera FSH (Hormona folículo estimulante) endógena, y mantiene los niveles de estradiol muy parecidos a los de un ciclo normal.Todos los estudios, y actualmente ya más a largo plazo, no observan que se produzca un aumento ni en las recidivas ni que empeore el pronóstico de la enfermedad o la supervivencia.
Por último, pueden aparecer una serie de complicaciones relacionadas con la transferencia de los embriones en el útero de la mujer: algunas personas pueden sentir molestias leves al pasar el catéter a través del cuello del útero, tener sangrados leves tras el procedimiento o desarrollar infecciones que pueden tratarse con facilidad mediante el uso de antibióticos.
Para descargar una tabla con las principales características de estos procedimientos, haga clic aquí
Además de la criopreservación de ovocitos y embriones, consideradas técnicas de preservación de la fertilidad bien establecidas para su uso en mujeres con cáncer de mama, existen otras técnicas que muestran resultados prometedores, pero que todavía requieren de mayor investigación para la recomendación de su uso. A continuación, se describen las principales características de algunas de estas técnicas:
La criopreservación de tejido ovárico consiste en la extracción, mediante cirugía, del tejido ovárico (corteza ovárica u ovario completo), antes de la administración del tratamiento oncológico, para su congelación durante un tiempo indefinido y su posterior autotrasplante una vez finalizado el tratamiento oncológico en caso de fallo ovárico o infertilidad. Se trata de un procedimiento que tiene la ventaja de no requerir estimulación ovárica, por lo que puede ser llevado a cabo de forma inmediata, además, a diferencia de la criopreservación de ovocitos o embriones, no requiere madurez sexual, por lo que es el método de elección en niñas. No obstante, todavía se considera una técnica experimental que requiere de mayor investigación, por el riesgo de reintroducir células tumorales con el re-injerto. Aunque si bien es cierto, ya se han reportado bebés nacidos con el uso de esta técnica.
La quimioprofilaxis consiste en la supresión temporal de la función ovárica mediante la administración de agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (aGnRH), como forma más frecuente, justo antes de iniciar el tratamiento de quimioterapia y durante todo el tiempo que ésta dure. Es decir, esta técnica lo que pretende es dejar “congelada” la función ovárica, de manera que los tratamientos quimioterápicos no sean tan agresivos en un ovario “congelado funcionalmente” y así cuando se acaba el tratamiento, se “despierte” al ovario para que empiece a funcionar, a producir óvulos de manera natural. La Sociedad Americana de Oncología Clínica, en su última guía, recomienda el uso de GnRH en mujeres jóvenes con cáncer de mama cuando otros métodos como la criopreservación de óvulos, embriones o tejido ovárico, no son factibles.
La técnica de maduración de óvulos in vitro consiste en la extracción de ovocitos inmaduros para su posterior cultivo en un medio apropiado hasta su maduración. Una ventaja de este procedimiento es que, al no requerir estimulación ovárica o únicamente un protocolo muy leve, los ovocitos se pueden extraer en cualquier momento del ciclo menstrual. De esta manera, la maduración de ovocitos in vitro podría ser una alternativa a considerar en aquellas mujeres en las que sea necesario evitar la estimulación ovárica, así como en pacientes con tumores hormono-dependientes en las que se desaconseja el empleo de la estimulación convencional y en aquellos casos en los que sea urgente iniciar el tratamiento oncológico. Sin embargo, hasta el momento, en la literatura no se ha establecido la seguridad del procedimiento, por lo que la maduración de ovocitos in vitro continúa considerándose una técnica experimental.
Cuando se debe tomar una decisión sobre elegir un tratamiento u otro es necesario tener en cuenta tanto las recomendaciones médicas como las preferencias, necesidades y experiencias de cada persona.
A continuación, se le presentan algunas preguntas para conocer qué es lo más importante para usted y qué es lo que más le preocupa, a la hora de tomar una decisión sobre la preservación de su fertilidad.
Por favor, lea cada frase y señale la puntuación de 0 a 10, donde “0” es “Nada importante” y “10” es “Extremadamente Importante”, la opción que más se adecúe a su respuesta.
Considerando las opciones de tratamiento, conteste a las siguientes preguntas marcando la opción de la escala que más se adecúe a su forma de pensar.
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